Las cuatro procesiones llenaron de morado la noche de Pasión cartagenera poco antes de que se produjera un año más el esperado Encuentro camino del Calvario entre la Virgen Dolorosa y Nuestro Padre Jesus Nazareno. En la plaza de la Merced no cabía nadie más, y es que este año un trozo de El Lago se encontraba vallado por los excavaciones arqueológicas. Incluso estaba el presidente de la Comunidad Autónoma, Pedro Antonio Sánchez, quien no quiso perder detalle alguno, al igual que miles de cartageneros, del momento estelar de la conmovedora cita morada. Miles de cartageneros se entregaron a la Madre y al Hijo pasadas las 5 de la mañana, protagonizando así una de las imágenes más espectaculares de una Semana Santa cuyos tambores retumban en todo el mundo.
La noche sirvió como acostumbra habitualmente para ensalzar una fiesta que cada vez incorpora más adeptos. Por ejemplo, sólo de esta cofradía son ya más de 5.000 hermanos los que hacen posible que el misterio de la Pasión haga vibrar Cartagena en Semana Santa. Terminada la comunión entre ‘la pequeñica’ y su Hijo, las cuatro marchas se fundieron en una sola para regresar al templo de Santa María de Gracia arropadas por miles de fieles. La madrugada se alargó hasta que los primeros rayos de sol iluminaron el canto de la popular salve cartagenera a las puertas del templo en honor a la Madre de Dios.
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