El velero privado más grande del mundo, el Sailing Yatch A, con bandera de Bermudas, ha llegado este jueves a Cartagena procedente de Gibraltar para someterse en Navantia a las pruebas de agua y puerto que suelen realizarse normalmente cada vez que se entrega un nuevo barco a su propietario. El barco ha estado retenido varios días por las autoridades en el puerto de Gibraltar por la reclamación judicial de una deuda millonaria. El juez de la Corte Suprema de la Roca levantó este martes el embargo que pesaba sobre la embarcación a cuenta de una reclamación del constructor, que exige una deuda de 15,29 millones de €.
En 2008, Andrei Melnichenko se reunió con ocho de los diseñadores más prestigiosos para que éstos presentaran sus ideas sobre cómo debía ser el velero. El multimillonario se decantó en un principio por el francés Jacques García, pero posteriormente surgieron dudas sobre el desarrollo de su diseño, siendo finalmente Philippe Starck quien se llevó los dibujos del velero a su estudio. Starck ya había trazado anteriormente para el mismo armador el super yate a motor 'A', una embarcación de casi 120 metros de eslora, botada en 2008.
El casco y la superestructura están fabricados en acero y composite y reforzado con fibra de carbono. La propulsión, cuando no navegue a vela, corre a cargo de motores híbridos diésel-eléctrico. Dos MTU diésel de 3.600 kW y otros tantos eléctricos de 4.300. El velero navega a una velocidad de crucero de 16 nudos, con una máxima de 22, y tiene una autonomía de 5.300 millas.
Una odisea para abandonar Gibraltar
El yate a vela más grande del mundo, el Sailing Yatch A, propiedad del magnate ruso Andrei Melnichenko, sufrió una auténtica odisea para abandonar Gibraltar, donde permanecía retenido desde el pasado día 15 debido a una deuda millonaria, y dirigirse a Cartagena para hacerse un chequeo.
El velero fue retenido el pasado día 15 cuando llegó al puerto de Gibraltar para reponer combustible en una corta escala y recibió una orden de la Corte Suprema de la colonia británica.
La orden respondía a una denuncia del astillero alemán German Naval Yards, de Kiel, que construyó la embarcación, y reclamaba el pago de 15,29 millones de euros a la empresa Valla Yachts Ltd, con sede en Bermudas y que pertenece al multimillonario ruso Andrei Melnichenko.
Los abogados de ambas partes participaron en una vista en la Corte Suprema de Gibraltar, tras la que se levantó la orden de retención del yate, lo que implicaba que habían llegado a un acuerdo sobre el modo de afrontar la deuda, según las fuentes. Con el problema resuelto, el Sailing Yatch A pudo poner rumbo a Cartagena.
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