El Año XXIX de Carthagineses y Romanos, recién concluido, ha «permitido consolidar la afluencia del año pasado, con unas 600.000 personas.
Las fiestas comenzaron con el viento de cara, al conseguir esquivar la polémica que estuvo a punto de empañar el pregón de la alcaldesa, Ana Belén Castejón. Los máximos responsables de la Federación agradecieron el final del conflicto sobre las horas extraordinarias de los policías locales, los bomberos y las brigadas, con lo que los funcionarios suspendieron la movilización convocada para reventar la intervención de la primera edil, en la primera velada. El encendido del fuego sagrado, con los castillos pirotécnicos, logró mayor visibilidad que los que en ediciones anteriores iluminaban parcialmente las cinco colinas de la ciudad. El sábado 22, las ganas de fiesta se desbordaron en el campamento, pero el domingo perdió su empuje, según reconoció la interprete de Emilia Paula, Pilar García. No lo recuperó hasta el miércoles por la noche, con el Feriae Latino.
Tanto el clima como la seguridad, que en principio podrían haber dado problemas a las Fiestas, no han sido determinantes. La amenaza de 'gota fría' solo se hizo realidad el miércoles por la tarde, pero no impidió la representación de los juicios romanos ('Dura lex sed lex'), que constituían una de las novedades de este año. Tampoco los chubascos de madrugada causaron problemas en el campamento, donde las fachadas nuevas (Guardia Pretoriana), las renovadas (Marte y Minerva y Honderos Baleares) y los campamentos con más pisos aguantaron bien el chaparrón. Además, el Ayuntamiento cumplió con su promesa de limpiar a fondo todo el entorno del recinto.
La reducción de los conciertos ha generado críticas de ciudadanos en redes sociales, que lamentan que Cartagena no tenga una programación de mayor nivel como sí ocurre en Murcia y en Lorca, que también celebran ferias en septiembre. Por segundo año, no ha habido 'Conciertazo'. La programación de actuaciones de grupos locales, en la Plaza de España junto a la feria gastronómica de los 'food trucks' y en el escenario del campamento festero, no ha tenido la resonancia que en años anteriores tuvo la llegada de grupos como Celtas Cortos, M-Clan y Fito y los Fitipaldis. Ese es otro de los aspectos que la Federación pretende remediar en años venideros.
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